Se sintió bien la noche y nos cobijo bajo su manto de oscuridad cómplice
yo me deje llevar, me acomodé a ella.
Porque cuando sentís algo, simplemente lo sentís y no hay vuelta atrás
ya sea un impulso, ya sea el sentir del momento.
Porque te bese, y supe que podría besarte por un sin fin de noches más,
así como también quise creer que vos sentiste lo mismo.
El sentir se evapora, se vuelve aire y se convierte en algo efímero
al no encontrar algo sustancial a que aferrarse.
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